Las lomas de Medallo dan vueltas, vuelven a subir, se empinan y regresan. También, a veces son nuestras escaleras.

Escaleras como las de La 13, que te suben a un mundo donde la historia, el folklor y la cultura se hacen realidad a través de los artistas y su arte.

Arte como el que rodea al Centro de Medellín, caminando desde el Parque de las Luces por Carabobo hasta la plaza de Botero, donde no cuesta mucho deleitarse con las esculturas redondas.

Redondas como las sonrisas de esos paisas que si te perdiste en el camino te muestra dónde queda el Museo de Antioquia y hasta te señalan dónde coger el Metro.

El Metro hasta la Estación Poblado, y tirarse una caminadita por el Parque y sus alrededores, subir por La Presidenta hasta la Vía Primavera y hasta antojarse de alguna cosita de Fou. Salir y respirar aire fresco.

Fresco como el parche en el río, tirados en el pasto buscando nubes en un cielo bien azul. Te podés caminar todo eso al lado del río, y ojo que no se te vaya a aparecer una filarmónica ahí al lado del Teatro Metropolitano.

¿Te aburriste de caminar? Puedes alquilar o que te presten una bicicleta, y desde el Río subí hasta Laureles. Eso sí, ahí parqueás la bicicleta para poder disfrutar de todos esos barrios a pie.

A pie es que nos toca subir la Loma de las Tres Cruces, al ritmo del deporte y con el premio de un jugo de naranja esperando más arriba.

Más arriba de las nubes y algunas casas de El Poblado y de Las Palmas, la ciudad de frente como una meta, o como un sueño.

Ponete esta nueva camiseta de Fou y dale pa’ abajo. Surfea Medellín que seguro que te llevas cosas bonitas.